sábado, 24 de agosto de 2013

El dia después

Buenos días!

Si, buenos días aunque sean las cuatro de la tarde... es lo que tiene salir a tomar una cervecita tranquilamente por Peñíscola, que acabas en el Mandarina y de ahí al Gabbana y de ahí en tu casa con una resaca de las buenas.

Noche memorable donde las haya, que me ha recordado que los locales de moda son  apariencia y no atención al público,  ya que algunos camareros  por llevar "suit & tie" y estar detrás de la barra olvidan que el trabajar de cara a la galería es, no solo tener buena presencia sino prestar un buen servicio (y esto incluye no reirse en la cara de las clientas sin sexappeal por querer hacer uso de una oferta dos por uno y no mentir a la que ha pagado los dos cubatas completitos de que hay una promoción también en el vodka para después confirmar que no y volver a reirse orgulloso de su "chispa"). La última vez que fuimos también tuvimos un problemilla a la hora de pedir.

En resumen, una pena que el Gabbana Peñíscola tenga a gente así trabajando porque convierten una noche que pretendes sea lo mejor de tu vida en un mes (ya que llevamos dos meses  trabajando 14 horas al día) en un bajón de moral por no ser atendida  como corresponde a cualquier persona.

He dicho! Ahora a trabajar ;)

PD. Desahogarse siempre es bueno.

Muaks ♥