domingo, 24 de noviembre de 2013

Domingo de otoño

Me encantan los domingos, lo confieso.




 A pesar de las resacas domingueras, de ir todo el día medio atontada de sueño, de el hecho inevitable de que mañana sea lunes y sin olvidarnos de esas comidas tan deliciosamente copiosas que te hacen engordar casi un quilo en un día y acaban el trabajo de desequilibrar tu cuerpo que con tanto esmero iniciaron las copas de ayer.
Pero esas comidas son en familia y las adoro. Jugar con mi sobrinita de dos añitos, algo tan agotador como agradable (a nivel de sonrisa bobalicona cuando me llama Pata o me agarra con su manita, y baba chorreando a mas no poder cuando dice alguna palabra nueva o aprende a hacer algo) es lo que espero con mas ansia durante toda la semana. Comer con mi abuelo de 92 años adorador del pulpo (es gallego) siempre el mismo entrante...

Hoy, además del plato estrella de la casa, ese que a veces se acepta como animal de compañía pero no en nuestra casa; rape con patatas y flan de chocolate blanco, hemos disfrutado de la empanada de mi madre típica del día de Santa Catalina (mañana).


Después de semejante festín, qué menos que un poco de aire fresco... y juegos con Reina ... 


Para una tarde de otoño he escogido este jersey de lana a ochos  de  H&M
Me encanta el sonido de las hojas secas al pisar... pequeños placeres



Pese al frío... no he podido resistirme a ponerme esta falda tan otoñal que compré, durante el Erasmus, en Top Shop, pero he necesitado estas medias de Calzedonia.
Las botas son Timberland. No he parado hasta conseguir unas... 
Y bien... el fin de semana llega a su fin pero, aún queda un ratito para disfrutarlo y coger energías para afrontar de manera positiva la semana que entra. Sofá, mantita y peli; hot chocolate (si aún hay hueco en el estómago); revisteo, tarde de redes sociales, libros... sobre todo... keepcalm

Tusk.

1 comentario: